miércoles, 1 de julio de 2009

ORIGEN DE LAS DANZAS CIRCULARES

¿Cómo fue plantada esa primera semilla de las danzas sagradas?

A través de varias circunstancias, Bernhard y Gabriele Wosien fueron presentados a Peter y Eileen Caddy en una reunión en un castillo alemán. Peter extendió una invitación a los dos a venir a Findhorn y a introducir las danzas circulares que el había experimentado allá, a los jóvenes y cada vez más numerosos miembros de la comunidad, allá en el norte de Escocia.

Como Bernhard la describe:

“En las más viejas danzas circulares (de Europa) encontré la Meditación de la Danza, un movimiento hacia el silencio. Esta meditación se convirtió para mí y mis estudiantes en un rezo sin palabras, una manera de templar la resonancia armónica entre el espíritu, el alma y el cuerpo. Cuando seguí la llamada a Findhorn, tenía un presentimiento. Allá, me sentí que posiblemente, con esta gente conprometida a una nueva era con su intención de Una Humanidad/Una Tierra, yo encontraría un suelo virginal nuevo para las danzas, receptivo y listo. Encontré a los bailarines muy abiertos y sentí alentador que proponga mi trabajo. Cuando experimenté por primera vez la ‘armonización’, que es el ritual que sucede al principio de cualquier jornada de trabajo [que implica tomarse de las manos y pararse en silencio] yo tenía la idea de ampliar este estar parados en silencio, al viaje hacía el silencio para todos nosotros que llevamos el signo del peregrino en nuestras frentes.”
[ Traducido de la revista Grapevine, número Otoño 2000 ]



Bernard Wosien con Friedel Kloke