domingo, 16 de agosto de 2009

CELTAS - INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA

LAS SEIS NACIONES



Se reconoce generalmente como parte de las naciones celtas a:
• Bretaña.
• Cornualles.
• Escocia.
• Gales.
• Irlanda.
• La Isla de Man.

La Liga Celta y el Congreso Celta sólo consideran como naciones celtas a las citadas anteriormente, que comparten la característica de tener un idioma celta hablado por parte de la población.

OTRAS REGIONES CELTAS

Se puede considerar que casi todas las regiones del oeste y centro de Europa han tenido alguna influencia celta; en algunas de ellas incluso existen movimientos que pugnan por el reconocimiento de dichos lugares como naciones celtas como es el caso de Galicia y Asturias.


LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA A LO LARGO DE LA HISTORIA



LOS CELTAS

Se dice de cada una de las razas y lenguas procedentes de un origen común y extendidas desde la India hasta el occidente de Europa. Se Dice también de la raza y la lengua que dieron origen a todas ellas. 1º acepción: los pueblos indoeuropeos forman una gran familia, llamada con menos propiedad aria e indogermánica, que se ha reconstruido por el estudio de sus lenguas, aunque la afinidad lingüística no implica siempre parentesco etnológico. Comprende dos grandes grupos: el oriental o satem, dividido en dos subgrupos (indos e iranios), y el occidental o centrum, que se divide a su vez en cuatro subgrupos: grecolatino, balto - germánico, eslavo y celta.
Llegados desde la cuenca del Danubio, este pueblo (aunque carente de unidad política y diseminado en distintas tribus) de origen Indoeuropeo, cuya cultura se desarrollo y floreció durante la Edad de Hierro hasta prácticamente desaparecer bajo el Imperio de Roma, constituye en toda su amplitud un enigma que tras milenios sigue fascinándonos.
La ausencia de fuentes escritas directas es uno de los motivos por los que esta cultura asentada en la vieja Europa, sea una gran desconocida. El hecho de que la forma de transmisión de conocimientos se hiciera de forma oral y estuviera en manos de un reducido número de personas, que eran los druidas, es la mayor causa de este desconocimiento, así como la llegada de culturas posteriores que procuraron sustituirla y por lo tanto anularla.
De esta forma nos encontramos con unas fuentes indirectas, en este caso los escritos de culturas posteriores que sustituyeron a la celta, pero que sin embargo la describieron, y como no podía ser de otra manera, lo hicieron desde el punto de vista de una cultura diferente (con valores propios) y/o en posición de vencedora (el ejemplo mas claro: Julio Cesar narrando la conquista de las Galias).
Como fuente directa de conocimiento de esta cultura, nos encontramos con el trabajo de los investigadores de los distintos yacimientos arqueológicos, quienes progresivamente van desenterrando e intentando desvelarnos la realidad de este enigma que constituye la cultura celta.
La romanización y las posteriores invasiones germánicas hicieron desaparecer paulatinamente los restos de esta civilización, manteniéndose tan solo en el extremo occidental de Europa, fundamentalmente en las llamadas naciones celtas, (siendo Irlanda y Escocia las únicas no romanizadas).



Más información sobre los Celtas

Celtas, término para caracterizar a un pueblo, conjunto de pueblos, rama de las lenguas indoeuropeas (Lenguas celtas) y cultura material (cultura arqueológica de La Tène). Este término es de origen griego (keltoi), quienes lo tomaron prestado de los indígenas ligures, supuestamente celtas, asentados alrededor de Massalia. Los celtas, al parecer, no tenían conciencia de sí mismos, como nosotros podemos tenerlo de ellos como grupo, por tanto eso hace dificultosa la tarea de delimitar el término. Se han llamado a sí mismos galos o celtas, según recoge Julio César.
La creación de un término ambiguo
El término celtas es un término multívoco y bastante ambiguo. No debería ser admitido para nada anterior al siglo V a. C., momento en que Heródoto se refiere a ellos. Hoy, algunos hablan de los celtas de la I E. del Hierro (lo que podría asimilarse con Hallstatt D).
No es un término unívoco y exige precaución. Ruiz Zapatero ha llamado la atención sobre el intento de la precisión del término que en realidad es algo más engañoso, complejo y amplio. Hubo muchos celtas. Se han intentado crear unos celtas homogéneos y bien definidos.
Evolución del término celta
Este concepto se ha ido creando a lo largo del tiempo y con diferentes fines, por ello es tan multívoco. Este proceso tiene tres fases:
Precedentes
El historiador latino Avieno recoge en su Ora Marítima un texto de en torno el 520 a. C., también hablan sobre ello Heródoto y Hecateo de Mileto por el 500. En torno a esa fecha se sitúa a la Céltica en la zona alpina y el norte. El término keltoi es un nombre que los griegos conocieron oralmente de los indígenas, una transcripción fonética. Este término junto a keltiké nos da una ambigua referencia geográfica. Hay que tomarlo simplemente como un nombre dado a los habitantes al norte de los Alpes. Vemos la información geográfica aportada por Heródoto aquí:
«Empieza el Istro en la ciudad de Pireno desde los Celtas, los que están más allá de las columnas de Hércules, confinantes con los Cinesios, último pueblo de la Europa, situado hacia el Ocaso, y después de atravesar toda aquella parte del mundo, desagua en el ponto Euxino, junto a los Istrienos, colonos de los Milesios.»
Heródoto, Historias, II. XXXIII.
Más tarde, con César, Posidonio y demás, se convierte esta información geográfica en una de ámbito etnográfico. Sin embargo es una información limitada que no se puede extender ni geográficamente ni cronológicamente. Una de las fuentes historiográficas puede ser la lingüística, por la cual se ha averiguado que las lenguas célticas pertenecen al indoeuropeo. Gracias a este concepto lingüístico podemos trazar ciertos límites.
En cuanto a la celtomanía, los druidas siempre fueron un tema de interés y fascinación pero de los druidas históricos apenas se conoce nada. Muchos monumentos megalíticos de la prehistoria se han intentado relacionar con estos personajes y los celtas, de forma errónea pues son bastante anteriores. No obstante, con todo esto se difundieron ideas de que estos vestigios megalíticos pertenecían a la cultura celta. Un punto importante, y de cambio, supondrá el hallazgo de La Tène. La cultura celta irá unida a una cultura material específica de este yacimiento.
Consolidación de la identidad celtas. Cultura de La Tène
En esta etapa el término se configura y va consolidándose poco a poco. Los autores van aceptando las periodizaciones de La Tène en sus territorios de estudio. El camino para consolidarlo es el filológico. En última instancia nos ha conseguido delimitar un territorio. En cuanto a la península, los primeros intentos de identificación celta corrieron a cargo de Rubio de la Serna. En zonas peninsulares, como la gallega, se han intentado identificar con lo celta, para reforzar su identidad nacional. Hay que esperar a Almagro Basch y Bosch Gimpera para que lo celta se asiente en nuestro país.
De entender que hay algo celta en territorios peninsulares tendría que ver con la II E. del Hierro y con no pocas reservas. Se ha terminado por valorar correctamente La Tène. Colin Renfrew, en Arqueología y Lenguaje, ha resumido 8 puntos que podrían configurar lo céltico. Estos puntos han dado paso a un nuevo momento sobre la concepción de lo celta.
Crítica del concepto celta
Crítica del concepto a partir de 1980. Se rompe el consenso y aparecen las críticas. Sigue habiendo una tradición continuista que piensa en una sociedad celta, arte celta y espíritu celta. Otro grupo, es el de rechazo, abanderado por prehistoriadores británicos niegan los celtas y el prototipo creado en torno a ellos. Renfrew y Zapatero piensan que algunos planteamientos tradicionales nos permiten llevar a cabo una posición conciliadora e intermedia. Hay que acercarse a un concepto plural.
Hoy en día ninguna de las tres posiciones está por encima de la otra. Ninguna está en poder de la verdad absoluta sino que los prehistoriadores y arqueólogos se dedican a aumentar nuestro conocimiento sobre lo posible celta.


Los ocho puntos de Renfrew
Como se ha mencionado anteriormente, Renfrew elabora una lista que podría configurar el concepto de celta. Estos ocho puntos son formulados en el libro Arqueología y Lenguaje de Renfrew y han tenido mucha influencia en el mundo académico.
I. Pueblos denominados así por foráneos
Hecateo de Mileto los sitúa cerca de Massalia, Heródoto desde el nacimiento del Rin hasta las Columnas de Hércules y Avieno en la fachada atlántica. De ello sacamos que la keltiké estaría al norte de Alpes y Occidente del continente y que keltoi es un nombre que reciben los griegos de forma oral.
II. Pueblos autodenominados así
Hay que entender primero que es un ethnos, una autoconciencia de lo que es un grupo y que se da un nombre (etnónimo). Según César, se emplea galli y keltoi indistintamente en la Galia y sólo celtae es registrado en la tercera parte de Francia. Sugiere que no hay una sola etnicidad. Estrabón nos hablará de la falta de evidencias de que se llamen en Gran Bretaña e Irlanda celtas o galos a sí mismos. También habla de los keltiberi en la península. En consecuencia, el término tiene un carácter más restrictivo que en textos anteriores, en relación al avance del conocimiento.
III. Grupo lingüístico
Gentes que hablan lengua celta y por ello han quedado fijados como grupo lingüístico por investigadores modernos. En un principio, en el siglo XVII, se estudia la variabilidad de lenguas mundiales y al siglo siguiente se ve la relación de la lengua celta y gala en la época clásica. Más tarde se establece su dependencia con el indoeuropeo. Se puede clasificar como dos tipos de lengua, la celta Q y la P, en función del tratamiento de las "labiovervales oclusivas". También se distinguirán por su situación, continentales (Europa continental en la antigüedad) e insulares (islas Británicas en la E. Media).
• Galo: es la mejor conocida documentalmente. Se poseen escritos del siglo III a. C. Está en alfabeto griego y posteriormente en latino. Es famoso el Calendario de Coligny.
• Lepóntico: en la Galia Cisalpina. Inscripciones funerarias y grafitos en vasos y otros objetos cotidianos. Signario etrusco. Importancia de la Estela de Mesocco en el II a. C.
• Celtibérico: conocido por topónimos (-seg, -samo, -briga). Conocido por epigrafía en alfabetos ibérico y latino. En leyendas monetales, grafitos e inscripciones funerarias. Gómez Moreno identifica las vocales y consonantes con cada signo. Se encuentran muchas téseras de hospitalidad con inscripciones en celtibérico. También hay inscripciones rupestres en lo que podrían ser santuarios. Por último, hay documentos con textos largos como el de Contrebia.
• Gaélico: hablado en Irlanda y Gales. Se conoce por inscripciones funerarias en piedra con alfabeto ogámico. Se escribe en vertical u horizontal. En el s. V llega la cristianización y el alfabeto latino. Dentro se distinguen el irlandés, el manx y el escocés.
• Britónico: en el sur de Gran Bretaña hasta el VI d. C. Se divide en periodo prerromano (325 a. C.-43 d. C.), romano y post romano temprano (43-450) y post romano final (450-550). En los primeros periodos se bebe de fuentes griegas y romanas. Son inscripciones latinas y grafitos con textos breves. Entre ellos están el galés, el córnico y el bretón.
IV. Complejo arqueológico de la II E. Hierro: Cultura de La Tène
Franks en 1863 acuña el término late celtic, atribuyendo el material del hierro tardío a celtas históricos, esbozando el contenido étnico de La Tène. En 1872 Hildebrand subdivide la E. del Hierro en Hallstatt y La Tène, estableciendo celtas=cultura de La Tène. En 1885 Tischler subdivide Hallstatt en 2 y La Téne en 3. Reinecke añade una fase inicial a La Téne. En 1913 Dechelette define el concepto laténico superponiendo conceptos cronológicos, tipológicos y culturales.
Poco a poco se va a reconocer una cuna céltica en Centroeuropa. Se crean dos tradiciones, la francesa o tradicional que se refiere a celtas centroeuropeos y la anglosajona que engloba a los insulares.
V. Estilo artístico de la II E. del Hierro
El arte laténico se identifica con el céltico por la fórmula celtas=La Téne. Destacan los torques y los cascos. Queda reflejado ese estilo también en las monedas. Controvertido es el caso del caldero de Gundestrup, parecido al arte celta pero que parece pertenecer a tracios o dacios. Tampoco todas las regiones de habla celta coinciden su arte con el laténico.
VI. El espíritu celta
Atribución de ciertas virtudes y características a los celtas como es la independencia, el heroísmo, la arrogancia… Los clásicos les darán estas virtudes características a través de sus textos. Estrabón y Diodoro Sículo remarcan este espíritu, resaltando sus particularidades. Otro texto de Arriano sobre una reunión entre Alejandro y galos también lo pone de relieve, así como Polibio en la batalla de Telamón. Aquí nos sirve el fragmento de Polibio sobre dicha batalla para poner de relieve ese espíritu:
«Infundía también terror la vista y movimiento de los que se hallaban desnudos en la vanguardia, ya que sobresalían en robustez y bella disposición. Todos los que ocupaban las primeras cohortes estaban adornados de collares de oro y manillas; a cuya vista los romanos, ya se sobrecogían, ya estimulados con la esperanza de rico botín, concebían doblado espíritu para el combate. Después que los flecheros romanos avanzaron al frente, según costumbre, para disparar espesas y bien dirigidas saetas, a los galos de la segunda línea les sirvieron de mucho alivio sus sayos y calzones; pero a los desnudos de la vanguardia, como sucedía el lance al revés de lo que esperaban, este hecho los colocó en grande aprieto y quebranto. Porque como el escudo galo no puede cubrir a un hombre, cuanto mayores eran los cuerpos, y éstos desnudos, tanto más se aprovechaban los tiros. Finalmente, imposibilitados de vengarse contra los que disparaban, por la distancia y número de flechas que sobre ellos caía, postrados y deshechos con el contratiempo, unos furiosos y desesperados se arrojaron temerariamente al enemigo y buscaron la muerte por su mano, otros se refugiaron a los suyos, hicieron público su temor y desordenaron a los que estaban a la espalda. De esta forma fue derrotada la altivez de los "Gesatos" por los flecheros romanos. Lo mismo fue retirarse los flecheros y salir al frente las cohortes, que venir a las manos los insubrios, boios y tauriscos, y hacer una vigorosa resistencia. Cubiertos como estaban de heridas, mantenía a cada uno el espíritu en su puesto. Sólo había la diferencia que eran inferiores, tanto en general como en particular, en la estructura de las armas.»
Polibio, Historia Universal, I, II, VIII
VII. Arte irlandés del I Milenio d. C
Se llama celta a este arte como también se habla de la Iglesia celta. Los modelos estéticos celtas perviven. El cristianismo llega en el siglo V con Patricio. Gracias al latín se aprende la cultura antigua. En las recopilaciones de textos se aprecia el arte celta en sus miniaturas, como en los libros de Durrow y de Kells. Hoy en día esta cultura pervive. En cuanto a la literatura, se conservarán algunos ciclos como el de Ulster y el de Finn.
VIII. Valores heredados de los celtas
Serían los usos del término actualmente. En el Cinquecentto ya algunos eruditos ingleses y franceses se vanaglorian de descender de ellos, en particular de los druidas. Se empiezan a atribuir los monumentos megalíticos al celtismo, iniciándose una celtomanía. Se va sobreponiendo una visión romántica a la que contribuye un texto de Plinio sobre los druidas. Aquí está el texto que ha ido desdibujando la forma originaria de los druidas en una más romántica:
«Los druidas (porque así se llaman estos magos) no tienen nada más de sagrado que el muérdago y el árbol que lo soporta, siempre suponiendo que el árbol sea un roble(...) pero ellos sólo eligen arboledas compuestas de robles para buscar el árbol, y nunca realizan ninguno de sus ritos excepto en la presencia de una rama de él (...) De hecho creen que todo lo que crece sobre él ha sido enviado desde el cielo y es una prueba de que el árbol fue elegido por el dios mismo. Sin embargo, el muérdago se encuentra rara vez sobre el roble, y , cuando se encuentra, se recoge con la debida ceremonia religiosa, si es posible en el sexto día de la Luna (...) ellos llaman al muérdago por un nombre significativo, en su lengua, el que todo lo cura. Habiendo hecho los preparativos para el sacrificio y un banquete debajo de los árboles, ellos traen allí dos toros blancos, cuyos cuernos atan entonces por primera vez. Vestidos con ropas blancas, los sacerdotes ascienden al árbol y cortan el muérdago con una hoz de oro y lo reciben otros con una capa blanca. Luego matan a las víctimas, rogando a dios que otorgue este don propicio a aquellos a los que él ha admitido. Ellos creen que el muérdago, tomado como bebida, imparte fecundidad a los animales estériles y que es un antídoto para todos los venenos. Tales son los sentimientos religiosos que han mantenido muchas personas respecto a cosas sin importancia»
Plinio, Historia Natural, XVI, 249
A día de hoy se utiliza con fines políticos para reforzar las identidades nacionales. Se ve con Boadicea en Inglaterra, Vercingetórix en Francia,Viriato en Portugal y Numancia en España.
Conclusión
En resumen, los arqueólogos han creado una historiografía celta y son responsables de los errores de aquella. Además están obligados a corregir las confusiones. Hay problemas en todas las concepciones, en mayor o menor medida, de lo celta. En especial invenciones posteriores como es el espíritu celta, la herencia celta y el arte irlandés. Por tanto, según Ruiz Zapatero lo celta es un celta inventado a partir de la información arqueológica y los datos de fuentes clásicas y medievales, sumando representaciones imaginarias.
Prehistoria e historia de los pueblos celtas

Es muy difícil distinguir los pueblos celtas o gaélicos entre los primeros grupos de indoeuropeos que penetraron en la Europa occidental y central. Sin embargo, es prácticamente seguro que participaron, junto a itálicos e ilirios, en la rápida y espectacular expansión de la Cultura de los Campos de Urnas del siglo XIII a. C., protagonizándola en la Europa occidental. En esta primera oleada, descendieron por la margen derecha del Ródano, ocupando Languedoc, Cataluña y el bajo valle del Ebro. Otra línea de expansión celta los llevó a Bélgica y el sureste británico.
Julio César ya había luchado contra ellos durante su conquista de la Galia y, con el tiempo, los romanos les arrebataron también sus dominios británicos e ibéricos. A finales del Antiguo Imperio Romano (476 d. C), los celtas tan sólo ocupaban partes del noroeste de Francia, Irlanda, Gales y algunas zonas de Escocia. Durante el transcurso de la Edad Media, reforzaron su control de Escocia e hicieron varios intentos de ampliar su territorio en Inglaterra.
A partir del siglo VIII a. C., los celtas participaron junto a los ilirios de la cultura de Hallstatt (Hierro-I), extendiéndose en esta fase por el interior de la Península Ibérica (siglo VII a. C.). En el siglo VI a. C. compartieron, sin embargo, el noreste ibérico con los íberos. Así, los celtas de Iberia iniciaron un desarrollo paralelo al de sus compatriotas continentales.

Desde el siglo IV a. C. los celtas continentales inauguran la cultura de La Tène, específicamente celta (Hierro-II). En esta fase, los celtas acabaron de ocupar el norte y centro de Francia (la Galia), el norte de Italia, así como la mayor parte de las islas británicas. También se extendieron por los Balcanes, alcanzando incluso una comarca de Asia Menor, que será conocida como Galatia. En esta época se construyen importantes villas fortificadas (lat. oppidum; pl. "oppida"), que sirven de centros comerciales y políticos. Es también en este período cuando el druidismo se extiende entre los celtas. Contrariamente a lo que se cree, los druidas no tenían templos de piedra ni arqueológicamente se ha podido enlazar el druidismo celta con Stonehenge, siendo la cultura megalítica anterior en varios milenios a la cultura celta y al fenómero del druidismo. Este error de asociar la cultura megalítica atlántica (presente en las islas británicas, Francia y España) con Stonehenge está muy extendido entre la gente por ser un invento del romanticismo del siglo XVIII. Como ejemplo: los celtas ibéricos no conocieron el fenómeno druídico, pero en España hay muchos restos megalíticos.
A partir del siglo II a. C., los celtas acusan la creciente presión militar de los germanos por el norte y, algo después, la de los romanos por el sur. En pocas décadas toda la Galia está ocupada por los romanos. La presencia romana en Gran Bretaña fue de escasa duración, lo que permitió a las lenguas celtas de esta isla (galés) sobrevivir y, más tarde, regresar al continente (Bretaña francesa).
Todavía en el siglo VII d. C. los celtas llevaron a cabo su quizá última expansión: los escotos irlandeses invadieron Caledonia, región que pasó a ser llamada Escocia.
Entre los restos arqueológicos celtas destacan los castros y los petroglifos (nota: muchos petroglifos son mil años anteriores a la cultura celta, aunque se seguirán haciendo durante el periodo celta), que se encuentran con frecuencia en el noroeste de la Península Ibérica.
Los pueblos y cultura célticas tuvieron una fuerte presencia, documentada por Plinio y otras fuentes, como el Leabhar Ghabhála Érenn, en el noroeste de la Península, en lo que es hoy la actual Galicia, el norte de Portugal, y la parte occidental de Asturias y León, asimilándose a la cultura castreña preexistente.
Bibliografía
• Markale, Jean (1992). Los celtas y la civilización celta: mito e historia. Madrid: Taurus Ediciones. ISBN 84-306-0230-5.
• Ruiz Zapatero, Gonzalo. El concepto de Celtas en la Prehistoria europea y española. Universidad Complutenese de Madrid. Edición ACTAS, 1993.
• Heródoto. Historias.
• Cayo Julio Cesar. De Bello Civile.
• Renfrew, Colin. La Arqueología y el Lenguaje. Editorial Crítica, 2003.

AWEN



En lenguaje celta significa inspiración o esencia, y simboliza la iluminación espiritual. El símbolo Awen, representa la armonía entre los opuestos. Los rayos de la izquierda y de la derecha simbolizan al hombre y a la mujer, y el rayo central representa la armonía entre ellos.

El Awen es un símbolo druídico de origen moderno (creado por los movimientos románticos que exaltaban la cultura celta en el siglo XVIII), y se representa por 3 rayos que descienden el cielo (/|\). Nuevamente el número 3 aparece de forma simbólica. El Awen representa el espíritu inflamado, el flujo creativo, la inspiración súbita, la fluidez de palabra del poeta y la exaltación valerosa del guerrero antes de la batalla. El símbolo lo representa descendiendo del cielo, pero el Awen fluye de manera constante a través de todas las cosas.